miércoles, 28 de diciembre de 2011

PARACETAMOL - IBUPROFENO - ASPIRINA - ACETILCISTEINA

PARACETAMOL:
Analgésico, sin propiedades antiinflamatorias. Actúa inhibiendo la aparición del dolor. Tiene efectos antipiréticos(1). Frecuente contra el resfriado común y la gripe.

IBUPROFENO:
Es un antiinflamatorio para el alivio sintomático del dolor de cabeza, dental, muscular, menstruación y síndrome febril. También se usa para tratar cuadros inflamatorios, como los que se presentan en artritis.

ÁCIDO ACETILSALICÍLICO (Aspirina):

Es un fármaco usado frecuentemente como antiinflamatorio, analgésico, para el alivio del dolor leve y moderado, antipirético para reducir la fiebre y antiagregante plaquetario indicado para personas con alto riesgo de coagulación sanguínea. Los efectos adversos de la aspirina son principalmente gastrointestinales, es decir, úlcera pépticas gástricas y sangrado estomacal. En pacientes menores de 14 años se ha dejado de usar la aspirina para el control de los síntomas de la gripe o de la varicela debido al elevado riesgo de contraer el síndrome de Reye.

ACETILCISTEÍNA
Es un principio activo con propiedades mucolíticas, se utiliza para fluidificar las secreciones bronquiales excesivas y/o espesas, haciendo que sea más fácil la posterior expulsión.

El Fluimucil Complex, es una asociación de Paracetamol (para reducir el dolor y la fiebre) y Acetilcisteína (para disminuir la viscosidad de las secreciones mucosas, fluidificándolas y facilitando su eliminación).
Está indicado para el alivio sintomático en resfriados y procesos gripales que cursen con o sin fiebre, dolor leve o moderado y secreciones mucosas espesas.

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(1)ANTIPIRÉTICO: Es una sustancia que hace disminuir la fiebre. Dentro de este tipo de sustancias tenemos, principalmente el ácido acetilsalicílico, la dipirona y el paracetamol. Los antitérmicos suelen ser medicamentos que tratan la fiebre de una forma sintomática, sin actuar sobre la causa que provoca la fiebre.



PARACETAMOL, ASPIRINA, IBUPROFENO... ¿En qué se diferencian?

Paracetamol
Es un analgésico (calma el dolor) y antipíretico (baja la fiebre) que en principio no tiene propiedades antiinflamatorias (no rebaja la inflamación). A diferencia de los analgésicos opioides (derivados del opio) no genera ninguna adicción ni altera la conducta. En dosis inferiores a 1 gramo o si no se usa durante mucho tiempo no daña la mucosa gástrica (es decir, el estómago), los riñones ni tiene efectos sobre la coagulación sanguínea. Sin embargo el Paracetamol hace trabajar mucho al hígado y en dosis muy elevadas o en combinación con el alcohol puede llegar a dañarlo. Por contra la intoxicación por paracetamol es de las más mortales y accesibles.

Ibuprofeno
Es un AINE, por lo tanto es un antiinflamatorio, además es analgésico, también es algo antipirético pero no se suele recomendar en casos de fiebre puesto que otros medicamentos como el paracetamol o la aspirina son mucho más eficaces para bajar la fiebre. A diferencia del ácido acetilsalicíclico no irrita tanto el estómago ni es anticoagulante, además es muy soluble en agua lo que hace que su absorción sea más rápida, esto puede ser bueno (efecto más rápido) o malo (en caso de sobredosis la absorción es rápida, además en ayunas puede dañar el estómago), la absorción se ralentiza si se han ingerido alimentos. En todo caso es recomendable no tomarlo en ayunas ya que los alimentos hacen de protector de estómago.

Aspirina
Es un AINE, procedente en origen de la corteza de sauce, actualmente se obtiene de forma sintética. Como su propia definición dice este fármaco es un antiinflamatorio. Además es analgésico, antipirético y anticoagulante sanguíneo. Debido a su baja solubilidad en el estómago el ácido acetilsalicílico se absorbe de forma lenta lo que dificulta la sobredosis. Esta sustancia es bastante agresiva con el estómago. También las ingestas elevadas pueden dañar el riñón produciendo nefritis. La Aspirina también se puede obtener como genérico a mucho menor precio y con la misma calidad.

Conclusiones:
Los 3 tienen sus ventajas e inconvenientes. En los procesos gripales, constipados o enfermendades virales (sobre todo en casos infantiles) como sarampión, varicela etc., el que los médicos recomiendan es el Paracetamol, puesto que es un buen atipirético y analgésico, no daña el estómago pese a tomarse de forma continuada (muchas veces estos procesos duran una semana o más) y el paciente infantil no es susceptible de tener síndrome de Reye. En casos de dolores musculares, articulares, los médicos tienden a recomendar AINEs y principalmente ibuprofeno puesto que es menos dañino para el estómago. Sin embargo en pacientes que tengan problemas cardiovasculares como obstrucción coronaria (hayan tenido anginas de pecho o infartos de miocardio) o en demencias vasculares muchas veces se recomienda ácido acetilsalicílico por ser antiagregante. Para los dolores menstruales todos ellos son útiles aunque si se usa ácido acetilsalicílico el sangrado puede ser un poco mayor debido a la propiedad anteriormente descrita. Para un simple dolor de cabeza también todos son muy útiles.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

LA FRUTA DE INVIERNO (Cítricos = salud del corazón)

Los cítricos como las naranjas y las mandarinas son las frutas de invierno por excelencia. Los cítricos son una fuente destacable de flavonoides (naringenina, hesperidina o limoneno), vitamina C y folatos, nutrientes que en conjunto preservan la salud cardiovascular a través de distintos mecanismos biológicos de acción. Además, de manera indirecta, el consumo de un cítrico al día acelera la recuperación en caso de anemia ferropénica. Con la ingesta de una naranja mediana o tres mandarinas al día se cubren los requerimientos diarios de vitamina C, que participa en la salud del colágeno y las articulaciones, en las reacciones de oxidación y en el sistema de defensas.

Los flavonoides de los cítricos participan en la inhibición de la oxidación de la fracción LDL-colesterol, cuyo exceso endurece las paredes arteriales y compromete la salud cardiovascular. En la mandarina, se intuye un mayor efecto antioxidante, ya que actúan de forma sinérgica la vitamina C y los beta-carotenos, estos últimos sobresalientes en esta fruta con respecto al resto de cítricos. Un vaso de zumo fresco de mandarina (200 ml) aporta unos 80 mg de vitamina C, el 100% de las ingestas dietéticas de referencia (IDR) para este nutriente, que para la población adulta sana se estima en 60 mg.

Naranjas y mandarinas, a su vez, contribuyen a la dieta con su aporte de ácido fólico, de forma que una ración de estas frutas (180 gramos) garantiza el 20% (una quinta parte) de las IDR para los folatos, que se estiman en 300 mg/día. El ácido fólico forma parte del ciclo metabólico que permite la reducción de los niveles de homocisteína, un metabolito intermedio del cual se sabe con certeza que, en exceso y de manera independiente a los niveles plasmáticos de colesterol, es un factor de riesgo cardiovascular.

Una naranja o tres mandarinas cubren los requerimientos diarios de vitamina C

Alrededor de las dos terceras partes de los casos de hiperhomocisteinemia se asocian a concentraciones bajas de folato o de vitamina B12. En estado de deficiencia de estos nutrientes, se originan cambios vasculares debido a alteraciones en el funcionamiento del endotelio de los vasos sanguíneos y se favorece un estado pro-coagulante. Naranjas y mandarinas, las frutas más populares en los meses de invierno, son una oportunidad para atender al aporte dietético diario y suficiente de folatos.

No obstante, el cuidado de la salud global, y la cardiovascular en particular, no se ha de medir en exclusiva por medio de la ingesta de alimentos concretos, sino que pasa por revisar y adecuar la dieta en su conjunto a las necesidades específicas del individuo y de sus circunstancias vitales.

Un cítrico al día mejora los niveles de anemia. En caso de anemia ferropénica, es muy útil y recomendable consumir un cítrico (naranja, mandarinas) como acompañamiento de los medicamentos para el tratamiento de la anemia y de los alimentos ricos en hierro. La vitamina C natural de la naranja favorece la conversión del hierro férrico en ferroso, más asimilable en la zona intestinal. El resultado es una aceleración de la recuperación.

Zumo de cítricos y agua, bebida idónea para deportistas. El zumo de cítricos proporciona una buena dosis de azúcares y, combinado con la misma proporción de agua y una pizca de sal, se convierte en una bebida isotónica para deportistas. Es una alternativa más nutritiva que las bebidas comerciales ya que, además de los constituyentes elementales (sales minerales), proporciona vitaminas, minerales y antioxidantes, que marcan la diferencia.

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