lunes, 1 de noviembre de 2010

La cinta, qué gran invento...

Parece que fue ayer. Cómo me lo pasaba grabando mis mejores recopilatorios musicales en aquellas cintas vírgenes. La pegatina con el título del disco la ponía con un cuidado absoluto. "Ama, si puedes cómprame una cinta TDK de 90 minutos", le solía decir a mi madre. Los vinilos tenían su encanto, pero lo de poder grabar era una ventaja demasiado competitiva de la que disfrutaba la cinta. Además las cintas se podían escuchar en el coche, cosa que el vinilo no. Y el walkman, otro grandísimo invento.

Luego llegaron los CDs, aquellos los compraba en "pinchos" de 25 ó 50 CDs. Los Verbatim, eran los que me gustaban. Las grabaciones eran de mejor calidad, pero no tenían el encanto de la cinta.

Y finalmente llegó el mp3. Esto ya era lo mejor de lo mejor y todavía persiste, pero ha hecho estragos en el sector de la música, por la facilidad de copia y envío a otros. Sinceramente ahora, "gracias a la tecnología", podemos disfrutar de la canción que queramos en el momento y lugar que queramos, pero a este paso vamos a cargarnos a todos los músicos. No va a haber nadie que se quiera dedicar a la música y tendremos que vivir de los recuerdos musicales y de los recopilatorios maravillosos que nos hemos ido haciendo...

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