martes, 26 de octubre de 2010

Umbral anaeróbico o umbral de lactato

FUNCIONAMIENTO DEL ORGANISMO:
Nuestro cuerpo (el organismo) está continuamente consumiendo glucosa ya que es necesaria para su funcionamiento. Consume poca en reposo y más durante el ejercicio. El lactato es una sustancia resultante de ese consumo de glucosa. El lactato es ácido, es malo y para que no se acumule en la sangre hay que eliminarlo. Para eso necesitamos oxígeno.

Mientras hay suficiente oxígeno disponible (como en reposo), el lactato va siendo metabolizado a medida que se produce y su concentración se mantiene estable en el organismo.

CUANDO HACEMOS EJERCICIO:
Se consume mucha más glucosa y, por tanto, se produce más lactato. Esto lo compensa el organismo obteniendo más oxígeno para las células. Y para eso nuestro cuerpo hace 2 cosas:
1) Coge más aire: aumenta la frecuencia y profundidad de las respiraciones y
2) Lo transporta más rápido: acelera el ritmo cardíaco para que el oxígeno que es transportado en la sangre llegue antes.
De esta manera se mantiene estable el lactato.

UMBRAL ANAERÓBICO:
Si el ejercicio sobrepasa la capacidad del organismo para aportar el suficiente oxígeno para metabolizar el lactato, éste comienza a acumularse en la sangre. El momento exacto en que esto comienza se llama "umbral de lactato" o "UMBRAL anaeróbico" (anaeróbico, porque a partir de este momento el exceso de lactato habrá de metabolizarse sin "aire" por una vía mucho más lenta).

La acumulación de lactato obliga al organismo, entre otras cosas, a respirar más deprisa, quizá sobrepasando nuestra capacidad, y empeora rápidamente la capacidad de los músculos para contraerse, con lo que el rendimiento del deportista cae en pocos minutos.

ENTRENAMIENTO:
Está ampliamente demostrado que el entrenamiento en general modifica el umbral anaeróbico, es decir, para un mismo esfuerzo una persona que hace deporte regularmente mantiene estable el organismo (metaboliza mejor el lactato) durante más tiempo que otra más sedentaria. Sin embargo, si lo que queremos es mejorar ese umbral hay que hacer entrenamientos específicos.

Lo primero es conocer nuestro umbral anaeróbico. Para eso hay que realizar una prueba bastante complicada (estudio metabólico) que normalmente no está a nuestro alcance. Olvidando estudio metabólico, para tener una idea existen diferentes tablas y fórmulas, según nuestra edad, frecuencia cardíaca y otros datos. Yo utilizo la fórmula de Carvonnen, que otro día hablo de ella.

Una vez que sabemos más o menos cuál es nuestro umbral, para mejorarlo los entrenamientos tienen que ir orientados a realizar tandas de esfuerzos (series, fartlek,...) por encima de la frecuencia cardíaca que nos hace entrar en el umbral anaeróbico, durante tiempos progresivamente crecientes, aunque siempre cortos.

Pero cuidado, sin dejar de hacer otros entrenamientos más confortables en los que no superemos nuestro umbral. Porque la recuperación es básica para mejorar. Hay que olvidarse de que entrenando siempre a tope vamos a mejorar, y suele ser un error muy habitual. Y hay que saber que la mejora de rendimiento no sucede de la noche a la mañana, hay que darle tiempo al cuerpo.

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